Corrientes se enfrenta a un escenario desafiante en medio de una combinación de eventos que afecta la vida diaria de sus habitantes. Por un lado, se confirma un paro de colectivos por 48 horas, mientras que por otro, la provincia se encuentra en alerta por temperaturas extremas.
El paro de colectivos, anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), dejó a millas de personas sin servicio de transporte público en la ciudad. La medida, que se lleva a cabo como resultado del fracaso de las negociaciones entre la UTA y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), generó inconvenientes significativos para los ciudadanos que dependen del transporte público para desplazarse.
Por otro lado, Corrientes se encuentra en alerta debido a las altas temperaturas que se esperan en la región. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia por olas de calor que podrían superar los 40 grados Celsius. Esta situación representa un riesgo para la salud de la población, especialmente para los grupos más vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas.
En este contexto, los correntinos se ven afectados por la combinación de la falta de transporte público y las condiciones climáticas adversas. La necesidad de desplazarse sin colectivos y enfrentar el calor extremo representa un desafío adicional para la comunidad.
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